En Qatar, como muchas veces lo he dicho, la religión es un asunto de vital importancia para sus habitantes, entonces, obviamente sus templos son una obra grandiosa que se conserva y mantiene con gran esmero. Hay templos situados en otras zonas grográficas, que comparten la religión de los qataríes, una de ellas es la mezquita Sheikh Zayed Bin Sultan Al Nahynan.
Ubicada en el corazón de Abu Dhabi, la mezquita puede albergar hasta 40.000 fieles. Sus dimensiones son tan grandes que fácilmente podríamos situar unas cuantas canchas de fútbol de en su interior.
La mezquita fue inaugurada a finales del 2007, y lleva el nombre que hace honor a su fundador, que no alcanzó a estar vivo para admirarla.
Para construir esta mezquita se necesitaron varios millones de dólares, y esto lo verán reflejado en sus nobles materiales de construcción importados y fina decoración. Afortunadamente en esta mezquita si pueden entrar personas que no sean musulmanas, ya que este edificio es especial para realizar tours a todo el público, en un intento por promover y difundir la cultura y religión islámica. Antes de entrar hay que cubrirse completamente y hay que sacarse los zapatos.
Lo que más me agrada a simple vista son las enormes lámparas de lágrimas que cuelgan desde el techo de la mezquita. Esta mezquita tiene cuatro torres o minaretes, además de 57 domos decorados con hermoso mármol blanco.
Las columnas de la mezquita tienen incrustaciones de piedras semipreciosas traídas desde la India y algunos países de África. Más de 100 artesanos se dedicaron durante un año a trabajar en el diseño de las flores que hoy vemos en el mármol.
Esta inmensa obra arquitectónica artesanal me recuerda a las monumentales estaciones del metro que he visto en Moscú, también repletas de mármol y pilares que reflejan una época dorada que persiste a través de los años sin demostrar el paso del tiempo. Cuando los gobiernos construyen este tipo de obras, ni se imaginan la tremenda historia que van forjando para los siglos que se vienen.
Foto: litosonline