En Ras Al Khor viven comunidades de preciosas aves exóticas: los flamencos de cuello rosado. Lo más increíble es que estas elegantes aves, se podrían conformar con recibir tan solo un trozo de pan, pero aunque se conformen con poca comida en cantidad, tampoco sería fácil alimentarlos a todos, ya que son varios miles de flamencos que tienen ganas de comer.
Hay una colonia situada en el barrio de Ras Al Khor Wildlifw Sanctuary, que se alimenta dos veces al día, con productos fabricados en base a cereales y pellets que contienen todos los ingredientes necesarios para que las aves se mantengan bien de salud. Y sólo para que se alimente ésta colonia, hay doscientos kilos de alimento disperso por el agua.
Además del pellet, los flamencos comen gusanos marinos, y pequeños crustáceos e invertebrados. Este es uno de los motivos principales que mantiene a los flamencos cautivos en este lugar, además que eso los anima a reproducirse y mantenerse.
Durante los meses de invierno, la población de flamencos alcanza un pico, y luego disminuye al aumentar la temperatura, cosa que los espanta y obliga a volar hacia otros países, aunque de todos modos, en Dubai se quedan unas mil aves. Se sabe que las aves vuelan por todos lados, que algunas van a Irán y Tuquía, y que la mayoría se va para el norte, donde hace menos calor.
Hasta aquí, la historia de los flamencos parece ser cándida y dulce, pero hay un tema que puede no ser del todo halagüeño, debido a que hay problemas en un punto clave de su reproducción. La salinidad del agua ha ido en aumento, y los niveles de agua han caído tanto, que el criadero ha fracasado.
Los flamencos, son aves muy oportunistas, que viven encantadas con las inundaciones y la humedad.
Cada año que pasa, se reproducen menos y menos flamencos, y aunque se cree que también se ven afectadas por el ruido del tráfico, el flash de las luces que aparece por los caminos cercanos y el paso de los aviones, todavía se puede pensar que el principal factor de su baja reproductividad, es el calentamiento global.
Hay especies de flamencos que se las arreglan para criarse y reproducirse, a pesar de las distracciones que se puedan presentar. Junto a estas aves, conviven además, otras muy apreciadas por su belleza, como el aguilucho lagunero, las garzas reales, las águilas, cerceta, avocetas, el Martín Pescador, la Espátula y la Agachadiza Común. En total, deben ser casi 200 especies de aves las que se pueden llegar a ver en el santuario de Ras Al Khor.
Vía/ Thenational