En el Museo de Arte Islámico de Doha, Qatar, duerme muy tranquilo el afamado Libro de los Secretos. Este museo financiado por la riqueza petrolera de la familia gobernante de Qatar, contiene exquisitas colecciones de arte, tapices de seda y joyas de jade, entre muchas cosas más.
Pero lo más interesante de todo, es sin duda, el Libro de los Secretos, un manuscrito que data del siglo XI, obra de un ingeniero andaluz llamado Al-Muradi. En este libro, Al-Muradi describe más de 30 máquinas y dispositivos, incluyendo máquinas de guerra, dispositivos, maquinas de diversa índole, calendarios, mecanismo de relojes de agua, y complejas cifras y mecanismos.
Sus sistemas de medición del tiempo fueron impulsados con la rápida evolución de las tecnologías de aquel tiempo y el autor participo en la elaboración de sistemas de engranaje, a veces lubricados por mercurio, sistema que no se había visto antes en Europa, hasta el siglo XIII. Lo que se sabe es que esta es la primera descripción conocida de engranajes tan complejos, aparte de los mecanismo de Antikythera, que es una técnica que los árabes pueden haber aprendido de los griegos.
Según algunos medios informativos, en Doha también se pueden ver otros manuscritos científicos y matemáticos de los siglos XI y XV. Los estudiosos del mundo islámico han sido piezas fundamentales en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, así como el mantenimiento del conocimiento griego antiguo que de otra manera se habría perdido. Esta área es muy poco reconocida pero vital en las exposiciones del Museo de Arte Islámico de Doha.
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