El Souk reunía diferentes tipos de tiendas, tales como las Amayer, que eran tiendas tipo mayoristas, las tiendas de artesanía y los puestos más pequeños que eran al aire libre, como los feriantes.
Los beduínos iban al lugar para vender cada jueves leche, mantequilla y queso, pero el desarrollo comenzó a llegar a comienzos del siglo XX al lugar, y una oleada de inmigrantes comenzó a invadir la ciudad, se comenzó a desarrollar el puerto, se importaban grandes cantidades de mercadería que abastecían los supermercados tipo Amayer, todo un proceso vigilado por los guardias de los jeques que financiaban tales operaciones comerciales.
El comercio se comenzó a organizar y se construyeron bodegas para preservar los productos alimenticios adecuadamente.
Antes de la reconstrucción de Souk Waqif, el sitio era un verdadero caos, repleto de edificios históricos que parecían ruinas, que poco a poco se fueron reemplazando por construcciones sólidas y climatizadas modernas. Al demolerse los edificios que fueron construidos sobre las ruinas, se pudo descubrir antiguos edificios que se pudieron rescatar en su esencia, reconstruyéndose con materiales tradicionales. Los techos de metal se fueron reemplazando por techos de madera India y bambú, que luego se cubrían con arcilla, paja y barro para que no se volaran, además que la arcilla contiene la temperatura tibia y alivia del intenso calor diurno.
Los tamaños de los edificios y casas eran un fiel reflejo de la riqueza de su propietario, es decir, mientras más grande la propiedad, más rico era su propietario, lo que también se podía deducir por la abundancia de mosquees, alcázares y elementos decorativos del lugar.
Fotos: bednath