Un Abaya, a nuestros ojos puede ser simplemente cualquier manta de color negro que cubra el cuerpo entero, pero esta impresión es tan sólo para los inexpertos que no saben distinguir entre lo que es un Abaya verdadero del que no lo es. El asunto, para hacerlo más simple, es como comparar un textil de algodón con uno de seda. Tan sólo cuando se está inserto en la cultura Islam, se comprende lo que quiero decir, aunque trataré de explicarlo.

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Normalmente los turistas que llegan a Qatar, para estar a tono con la cultura Islámica, adquieren un Abaya en cualquier tienda, sin fijarse mucho en la calidad de la prenda ni su hechura. Bueno, resulta ser que la mayoría de los Abayas que llevan las visitas, pueden ser equiparables a los que llevan los mendigos de Qatar. Si me explico bien, lo que debe hacer para no parecer un mendigo en este país tan rico, es ir directamente a una tienda de aspecto elegante y adquirir un Abaya negro que tenga un corte elegante y una tela fina. Este traje hay que complementarlo con un Hijab bien puesto y dispuesto sobre la cabeza, a menos que quieran correr el riesgo de ser arrestados por la Mutawa (policía religiosa del país).

Aunque la costumbre es demasiado estricta y retrógrada, hay que seguirla, y las mujeres desde la edad de la pubertad, los viajeros, los extranjeros, los mendigos, las amas de casa, la realeza, los limpiadores y todos los que tengan dos piernas y se precie de humano debe cubrir sus ropas con el Abaya.

Foto: flickr

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