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El terremoto y tsunami que ha devastado a Japón ha levantado la mirada de todos los países del mundo, que se han comenzado a preocupar de las devastadoras consecuencias que puede generar la energía nuclear.

A pesar que hoy muchos ingenieros intentan evitar que la crisis de Fukushima sea peor, y se convierta en un desastre mundial, los formuladores de políticas en todas las capitales del mundo están al menos, repensando su estrategia energética y debatiendo sobre la viabilidad a largo plazo de la energía nuclear civil.

Casi un 13% de la electricidad mundial es generada en centrales nucleares, y los países que utilizan esta tecnología ya se cuestionan todo tipo de cosas acerca de la seguridad.

Las conversaciones están siendo seguidas por la acción. Ángela Merkel, la canciller alemana, ya cerró temporalmente las 7 plantas nucleares más antiguas del país. Mi pregunta aquí es si solo se trata de una jugada política previa a las elecciones…

Desde el 2008 que en Qatar se venía prospectando la instalación de plantas nucleares, pero nunca se llego a fin por las filtraciones de radiación en Japón. Algunos dirán que Qatar y los Emiratos Árabes no son zona sísmica, pero si son una zona de conflicto, además que Qatar goza de una posición líder en la industria mundial de energía, suministrando GNL a diversos países del mundo Todo esto debe hacer reflexionar acerca de los planes nucleares.

Las tragedias y las fallas técnicas no discriminan entre naciones. Hay que estar atentos a las nuevas tecnologías y a sus mejoras, ya que ahora, luego de este desastre, se han pensado en muchas soluciones para refrigerar este tipo de planta nuclear. Pero ya lo ven, se soluciona un problema, y luego ya aparece otro…

Vía/ Thepeninsulaqatar, Foto/ Robinlow

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