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Qatar puede que sea uno de los países más pequeños del planeta, pero no por eso, deja de ser el país con mayores perspectivas de crecimiento económico en el mundo, pudiendo llegar a convertirse en un líder emergente de alcance global.

Aunque Qatar tenga tan sólo 1,7 millones de habitantes, sólo 300.000 son ciudadanos qataríes, mientras el resto son inmigrantes que han llegado a trabajar en la industria del petróleo, el gas y la construcción, además de los servicios.

Qatar es el país número uno en ingreso per cápita, superando a Luxemburgo, Singapur, Noruega, Brunei, Emiratos Árabes y Estados Unidos. El liderazgo de Qatar, se consolida al ser socio principal de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Qatar, alguna vez centro pesquero y de recolección de perlas, y uno de los estados más pobres del Golfo, es hoy un país de los más ricos del mundo, gracias al petróleo y el gas, que se explota desde los años 40.

Pero yo no atribuiría todo el éxito económico de Qatar tan solo a sus riquezas naturales, porque hay países tan ricos como Qatar, pero que tienen grandes recursos mineros, y así vemos Perú o Bolivia, y ya los ven, como las políticas y la escasa visión empresarial los mantienen estancados. El gobierno de Qatar ha aprovechado toda la bonanza económica para diversificar la economía del país y entrar en sectores no energéticos, como el turismo, los deportes y las comunicaciones, por decir algunos ejemplos.

En el ámbito cultural, Qatar también ha hecho grandes inversiones, como el Museo de Arte Islámico y la “Ciudad de la Educación”, donde 6 prestigiosas universidades de Estados Unidos tienen sus campus y aportan know how a la economía. Además, hace un año, Qatar adquirió las cadenas de tiendas Harrods, de Londres.

Qatar tendría en estos momentos, además, la oportunidad de intervenir diplomáticamente en los conflictos regionales, a pesar de ser un país dominado por la monarquía absoluta. Tal vez la restricción de informaciones y la liberalización parcializada de la mujer, además de la apertura a otras religiones, tenga que ir de modo gradual, como lo ha hecho hasta ahora el país. Lo importante es que los temas avancen, y la gente viva mejor.

Vía/ Bbc

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