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Aunque los árabes no tienen alguna conexión especial con los fallecidos, Halloween se ha convertido en una celebración más, como en muchas partes del mundo donde se adoptó la tradición de esa noche, sumándole un toque optimista.

Halloween es una noche ideal para vestirse con trajes tontos y hacer travesuras, aunque esto no siempre fue así. Se cree que este festival tiene su origen en la antigua celebración romana de Pomona, y por el siglo 19, esta fiesta se popularizo en Norteamérica, por obra de los inmigrantes Irlandeses, convirtiéndose en uno de los mayores festivales de los Estados Unidos actualmente.

Algunos de los países que no se divierten tanto con Halloween, son por ejemplo, Alemania. Los alemanes esconden cuchillos de cocina el 31 de octubre para que no vayan a ser tomados por los malos espíritus, mientras los belgas consideran de mala suerte viajar en tren o barco. A los franceses simplemente no les gusta la fiesta, por considerarla “demasiada americana”.

Pero los árabes celebran Halloween de un modo bastante optimista y los niños se visten con trajes de asesinos, de esos de las historias de miedo.

¿Truco o trato?
, esta es una tradición que deriva de los agricultores irlandeses pidiendo comida durante la hambruna de 1895, y que ahora se ha convertido en una excusa para que los niños se vistan con trajes extravagantes y vayan de puerta en puerta pidiendo golosinas. A pesar del relajo con que algunos árabes se toman esta tradición, hay otros más apegados a la religión musulmana que ven todo esto como una costumbre pagana.

Curiosamente, la tradición de dulce o travesura se parece a la tradición islámica de Al-Shabaab, donde los niños celebran el octavo mes del calendario lunar islámico, recorriendo sus barrios, cantando canciones sobre la Meca y recibiendo dulces, frutas y nueces de los vecinos.

Foto/ (Lobo235) flickr

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